es uno de los municipios más antiguos y emblemáticos de la región del Gualivá, un territorio que combina montaña, tradición y un clima cálido que invita al descanso. Su historia se remonta a tiempos prehispánicos, cuando estas tierras fueron habitadas por comunidades indígenas que aprovechaban los recursos del río Villeta y los fértiles suelos de las laderas. Con la llegada de los españoles, Nocaima se consolidó como un pequeño poblado dedicado a la agricultura, la ganadería y el intercambio regional, convirtiéndose en un punto estratégico dentro de las rutas que conectaban la sabana de Bogotá con el Magdalena.

El municipio está rodeado de cerros verdes, quebradas cristalinas y profundos cañones, lo que le da un paisaje variado y atractivo. Su clima cálido templado permite el cultivo de p

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