Una serie de inspecciones realizadas de manera sorpresiva en Barranquilla permitió a las autoridades ubicar dos puntos utilizados presuntamente como centros de acopio de material pirotécnico, donde fueron incautados más de 500 kilos de pólvora listos para su distribución durante la temporada decembrina.

Los procedimientos fueron ejecutados por la Alcaldía Distrital, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, que activaron un despliegue coordinado tras recibir información sobre el almacenamiento irregular de productos explosivos en zonas de alta afluencia comercial.

La primera intervención se desarrolló en el sector comercial del Centro, donde uniformados adelantaban verificaciones preventivas en establecimientos catalogados como de riesgo. En uno de los locales inspeccionado

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