Katlyn Brooks , una joven estadounidense de 28 años, estuvo al borde la muerte tras recibir un diagnóstico erróneo durante dos décadas . La mujer sufría diferentes problemas de salud, pero los médicos nunca le encontraron una explicación hasta que notaron que podía sufrir una "decapitación interna" .

Sus síntomas fueron ignorados por años

La joven oriunda de Michigan sintió durante años molestias en su cuello, además de vómitos, mareos y fatiga . De hecho, desde principios de los 2000 debía movilizarse con un tarro de basura en caso de que quisiera vomitar. También era la única niña de su clase que pedía regularmente dormir una siesta.

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