Con salarios que retrocedieron a niveles de hace diez años en 21 provincias, presupuestos provinciales que no acompañan la inflación y la eliminación de pilares de financiamiento como el FONID, la educación pública atraviesa su ajuste más profundo en décadas . El deterioro no es solo salarial sino también territorial: en 19 jurisdicciones, la inversión educativa está por debajo de 2014.

Las medidas del gobierno de Javier Milei -quita del incentivo docente, disolución de la paritaria nacional, la declaración de la educación como servicio esencial y las restricciones al derecho a huelga- reconfiguraron las reglas del sector y trasladaron el peso del ajuste directamente al bolsillo docente y a los presupuestos provinciales . El resultado: más maestras y profesores por debajo de la lín

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