La declaración de los líderes adoptada al final de la reciente cumbre del G20 en Sudáfrica reafirmó el compromiso del grupo para enfrentar algunos de los desafíos más urgentes del mundo, desde la desigualdad y los conflictos prolongados hasta la IA y el cambio climático . También marcó un hito histórico: por primera vez, el G20 identificó a la educación como una de sus principales prioridades globales.

La declaración destacó la necesidad urgente de invertir en el desarrollo temprano de los niños , comprometiéndose a “avanzar hacia un enfoque integral” que reconozca la inversión en la atención y educación de la primera infancia (AEPI) como “vital… para el futuro social y económico de un país”.

Este reconocimiento llega con mucho retraso. En un mundo marcado por la vol

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