El triunfo electoral oficialista en las legislativas de hace poco más de un mes consolidó el poder que ya ejercía la hermanísima Karina Milei. Al mismo tiempo que mengua el del ex asesorísimo Santiago Caputo.

Casi diariamente, el Gobierno ofrece escenas de esta puja interna a todas luces desigual. Hace meses que el famoso “Triángulo de Hierro” del poder que consagró Javier Milei se deformó en una misma moneda con dos caras parecidas: la del Presidente y su hermana.

Ese proceso de reacomodamiento se accionó en el inicio de la campaña electoral, al compás de inquinas entre la secretaria general y el asesor por la construcción política de LLA, sospechas de corrupción mutuas, operaciones político-mediáticas y hasta ataques públicos.

Caputo, astuto generador de versiones paraoficiales, inten

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