La advertencia de Donald Trump de que Estados Unidos podría atacar “a cualquier país que produzca o trafique drogas” volvió a tensionar la ya difícil relación bilateral con Colombia, a comienzos de la semana. Días después, desde Doha (Catar), el Gobierno colombiano cerró el segundo ciclo de diálogos con el Clan del Golfo y anunció la creación de tres Zonas de Ubicación Temporal en Chocó y Córdoba , un paso con el que busca acelerar ese proceso con la mayor estructura criminal de Colombia.

Los hechos parecieran no estar relacionados, pero su entramado revela el clima en el que se mueve hoy la política de paz: Colombia trata de construir mecanismos de desescalamiento mientras Washington endurece su retórica militar contra casi todos los grupos en negociación con el presidente Gustavo Pe

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