La cuenta regresiva ya comenzó. En los próximos tres años, seis concesiones esenciales dentro del Parque Nacional Torres del Paine vencerán, comprometiendo directamente la operación de los circuitos W y O, las rutas más emblemáticas y demandadas del turismo de montaña en Chile.

Lo que podría ser un proceso administrativo rutinario se ha transformado en un foco de alarma para el sector turístico, que advierte un escenario donde la renovación de contratos podría atrasarse peligrosamente, afectando la planificación de operadores, viajeros y, más importante aún, de toda una comunidad que depende de esta actividad.

El gremio no exagera. Las reservas para estos circuitos se realizan con hasta doce meses de anticipación, y los procesos licitatorios deberían abrirse con al menos dieciocho meses

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