El diagnóstico de hígado graso ha ido en aumento en los últimos tiempos y se mantiene entre las enfermedades metabólicas con mayor prevalencia en adultos. Ajustar la dieta puede influir de manera directa en su manejo y, en ese contexto, los frutos secos figuran entre las recomendaciones nutricionales más frecuentes por sus múltiples beneficios.

Diversos estudios han demostrado que incorporar ciertas variedades de frutos secos en la alimentación diaria favorece el control de lípidos y la reducción de la inflamación hepática. Además, existen alternativas accesibles desde el punto de vista económico que permiten sumar nutrientes clave como fibra, antioxidantes y ácidos grasos saludables sin encarecer la despensa. A continuación, un repaso por cinco opciones asequibles que marcan la dif

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