Cuando hablamos de comida peruana , pocos platos despiertan tanto cariño y nostalgia como el ají de gallina. Este guiso —a base de pollo deshilachado y una salsa cremosa de ají amarillo con base de pan remojado y leche— logra combinar tradición, sabor y practicidad, resultando perfecto para compartir en familia o sorprender a invitados.

Para preparar un buen ají de gallina hay que empezar por cocinar la carne: se utiliza pechuga de pollo (o gallina) hervida hasta que quede tierna, para luego desmenuzarla. Mientras tanto, se prepara la salsa típica: pan remojado en leche —que aporta suavidad— y ají mirasol molido (o ají amarillo), junto con condimentos como comino, pimienta y ajo, dan la base aromática.

El sofrito es fundamental: cebolla pochada y ajo aportan profundidad al sabor, m

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