Sevilla ha despertado con la emocionada vuelta al culto de una de sus mayores devociones: la Virgen de la Esperanza Macarena. Tras una restauración profunda llevada a cabo por el reconocido restaurador Pedro Manzano, la imagen ha sido repuesta en la Basílica de la Macarena , provocando una ola de emoción entre fieles y devotos que aguardaban con ansia este momento.
Desde la madrugada del lunes 8 de diciembre, la Resolana se convirtió en un hervidero de devoción. Cientos de personas, muchos con sillas plegables y mantas, se congregaron ante las puertas de la Basílica para ser los primeros en reencontrarse con "su" Virgen. A las seis en punto de la mañana, las campanas comenzaron a repicar y, al abrirse las puertas, la multitud corrió hacia el presbiterio, donde la Macarena esperaba.
La restauración, una necesidad tras los daños detectados por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) , ha devuelto el esplendor perdido a la talla. Las evaluaciones técnicas identificaron una "grieta vertical" en el rostro, deformaciones en los párpados y presencia de xilófagos , resultado de una intervención anterior ampliamente criticada. El trabajo de Pedro Manzano ha sido, según la Hermandad, "respetuoso, riguroso y profundamente devocional" .
El objetivo era claro: recuperar la mirada de la Virgen. Esa mirada que tantos fieles identifican como consuelo y refugio. Para ello, se retiró la "pasta de madera" añadida en la restauración anterior, se eliminó la grieta estructural y se reintegró la policromía original. Todo, bajo estricta supervisión de una comisión consultiva de expertos y la junta de gobierno de la Hermandad.
"Hemos devuelto la Macarena que nos arrebataron" , decía emocionado uno de los primeros devotos que accedió a la Basílica. La polémica generada en el pasado verano por la restauración fallida de Arquillo, que provocó protestas y manifestaciones ante el templo, ha sido sustituida ahora por la satisfacción de ver a la Virgen en todo su esplendor.
Durante tres días, del 8 al 10 de diciembre, la imagen estará expuesta a la veneración de fieles en horario extendido. Sin altar, sin distancia, sin artificios: la Macarena está frente a frente con su pueblo. Una decisión que busca, según la Hermandad, "devolver la cercanía perdida" y brindar "transparencia absoluta" al proceso.
Pedro Manzano, por su parte, publicó una carta abierta a los macarenos antes de la reposición al culto. En ella confesó haber asumido la responsabilidad "con respeto, serenidad y compromiso con la devoción popular" . " He procurado restituir su integridad devocional y devolver esa mirada que tantos reconocen como refugio, consuelo y promesa ", escribió el restaurador, agradeciendo la confianza depositada en él.
La restauración incluyó un tratamiento de anoxia , una técnica especializada que reduce el oxígeno en el entorno de la talla para erradicar cualquier presencia de xilófagos sin dañar la madera. Además, se trabajó en la estabilidad de los ensamblajes, la consolidación estructural y la limpieza de policromías.
El proceso se realizó, salvo momentos puntuales, en una sala privada de la Basílica , preservando el entorno habitual de la imagen y evitando traslados innecesarios. La discreción y el respeto a la imagen han sido una prioridad durante todo el proceso.
La Hermandad, que quiere pasar página tras meses de tensión , ha reafirmado su compromiso con la transparencia. " No hay nada que esconder, sólo motivos para agradecer ", señalan desde la junta de gobierno. La reacción de los fieles ha sido unánime: la Virgen ha vuelto . No solo a su Basílica, sino también al corazón emocionado de Sevilla.
Este regreso marca un antes y un después en la historia reciente de la Hermandad. No es simplemente una restauración exitosa, es una recuperación emocional de un vínculo casi sagrado , interrumpido por una intervención desafortunada y restablecido con paciencia, trabajo y fe.

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