Las condiciones macroeconómicas internacionales apuntan a un entorno favorable para los activos de mercados emergentes en 2026. La combinación de un dólar estadounidense más débil, mayor liquidez global y el renovado dinamismo de China está reconfigurando las perspectivas de inversión, especialmente en América Latina.
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El ciclo actual presenta similitudes con el auge que vivieron los emergentes entre 2001 y 2010, cuando el índice MSCI Emerging Markets superó ampliamente al S&P 500. En ese período, la rentabilidad acumulada del MSCI EM fue de 344,4%, frente a solo 15,07% del índice estadounidense.
Malcolm Dorson, director del equipo de inversión activa y gestor senior de portafolios de mer

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