La frontera de Camboya fue bombardeada en distintos puntos este lunes por aviones F-16 de la Fuerza aérea de Tailandia en medio de un escenario de disputas territoriales que volvieron a escalar pese a un alto el fuego acordado a finales del año pasado.

Ambos gobiernos se responsabilizan mutuamente de haber reactivado las hostilidades que, según advertencias previas de observadores regionales, podrían agravar la inestabilidad en el sudeste asiático.

Los enfrentamientos más severos desde julio, cuando cinco días de combates dejaron decenas de muertos entre soldados y civiles, se producen después de que Estados Unidos —entonces bajo la presidencia de Donald Trump— promoviera un acuerdo de cese de fuego firmado en octubre. Aunque el pacto redujo la intensidad de la violencia, las tensiones

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