NUEVA ORLEANS (AP) — La arquidiócesis de Nueva Orleans pagará al menos 230 millones de dólares a cientos de víctimas de abuso sexual a manos de clérigos, según un acuerdo aprobado el lunes por un juez federal tras años de negociaciones.

Richard Trahant, un abogado que representa a víctimas en el caso, y un portavoz de la arquidiócesis confirmaron a The Associated Press la aprobación del acuerdo por parte de la jueza federal de bancarrotas Meredith Grabill.

Previamente este mes, algunos de los sobrevivientes de las más de 500 reclamaciones de abuso testificaron en la corte, diciendo que, décadas después, aún se ven afectados por los dolorosos recuerdos que compartieron públicamente. La arquidiócesis se declaró en bancarrota en mayo de 2020, en lugar de manejar por separado cada reclamación de abuso. Los sobrevivientes señalaron que hacer eso les permitió a los líderes eclesiásticos evadir preguntas más difíciles que tendrían que enfrentar en la corte.

Algunos recordaron luchar contra el abuso de sustancias, tener dificultades con la intimidad y preguntarse si ellos mismos eran culpables de lo que sucedió. Algunos dijeron que perdonaron a la Iglesia, mientras que otros no pudieron hacerlo.

En su testimonio, Kathleen Austin recordó haber sido víctima de abusos cientos de veces cuando era niña, y ver al que lo hizo seguir desempeñando un papel en la Iglesia católica incluso después de que los clérigos a su cargo se enteraran de lo que estaba haciendo. Expresó escepticismo de que la Iglesia haga que ciertos clérigos rindan cuentas en el futuro, dado lo mucho que la institución se resistió a responder a las experiencias que ella tuvo, según señaló.

"¿Por qué ha tomado tanto tiempo llegar a este punto y a un costo tan alto?", preguntó.

The Associated Press no suele identificar a las personas que son víctimas de abuso sexual a menos que den a conocer su nombre públicamente, tales como los que testificaron en Nueva Orleans.

El arzobispo Gregory Aymond, que encabeza la arquidiócesis y próximamente entregará ese puesto a un sucesor, escuchó testimonios de sobrevivientes la semana pasada.

"También me disculpo en nombre de la Iglesia; estoy avergonzado por lo que ha sucedido en la Iglesia", dijo Aymond a los periodistas posteriormente. Agregó que espera que los sobrevivientes hayan encontrado algún tipo de “cierre”, pero indicó que entendía que todavía están experimentando “mucho sufrimiento”.

Chris Naquin testificó que comenzó a sufrir abusos a los 4 años y pasó décadas en instituciones mentales y prisiones.

"No creo que lo supere jamás. No hay cantidad de dinero en el mundo", lamentó Naquin mientras se le llenaban los ojos de lágrimas. "Nunca tuve una infancia, y recién ahora estoy comenzando mi vida adulta a los 56 años".

Billy Cheramie, quien señaló que sintió que murió el día que abusaron de él cuando era un niño pequeño, le dijo a la arquidiócesis que la perdonó por lo que él pasó. Indicó que posteriormente Dios le ayudó a darse cuenta de que el abuso que sufrió no fue su culpa, lo cual le permitió liberar parte de la ira que lo había impulsado a sumarse a las fuerzas armadas de Estados Unidos para aprender a matar.

"El matar no solucionó el dolor ni los recuerdos", apuntó.

Neil Duhon testificó que todavía pasa apuros con la idea de perdonar.

"Este asunto jurídico tal vez termine, pero lo que nos ha hecho, el trauma que nos ha causado, nunca terminará", declaró Duhon ante la corte, y dijo que el que abusó de él —el ex sacerdote Lawrence Hecker— fue sentenciado a cadena perpetua tras declararse culpable de cargos que incluyen violación y secuestro agravado.

Aymond, de 75 años, se había resistido durante mucho tiempo a las exhortaciones para que renunciara, expresadas por sobrevivientes que dijeron que la Iglesia no actuó contra los agresores que enfrentaban acusaciones creíbles. Las acusaciones de abuso por parte del clero desencadenaron una amplia investigación del FBI y una crisis en cascada para la Iglesia católica, que pidió apoyo a ejecutivos de los Saints de Nueva Orleans en la NFL para que le ayudaran tras bambalinas con el control de daños, según reveló una investigación de la AP.

El plan de acuerdo finalizado, que fue aprobado contundentemente por los sobrevivientes durante una votación en octubre, incluye políticas destinadas a prevenir que el abuso ocurra en el futuro.

Un sobreviviente tendrá un asiento en la junta de revisión interna de la arquidiócesis que maneja las reclamaciones de abuso sexual. Un experto externo supervisará las medidas de la Iglesia para prevenir el abuso infantil. La Iglesia también está adoptando una carta de derechos de los sobrevivientes, y éstos tendrán una línea directa de comunicación con el arzobispo para expresarle quejas por conducta indebida. También se establecerá un archivo de acceso público para compartir documentos relacionados con reclamaciones de abuso que no han sido dados a conocer desde hace tiempo.

En septiembre, el papa León XIV nombró al obispo James F. Checchio, de la diócesis de Metuchen, Nueva Jersey, como arzobispo adjunto de Nueva Orleans, en línea para suceder a Aymond cuando se retire. Un portavoz de Aymond indicó el lunes que no hay un cronograma confirmado para la jubilación del arzobispo.

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Brook es miembro del cuerpo de The Associated Press/Report for America Statehouse News Initiative. Report for America es un programa nacional de servicio sin fines de lucro que coloca periodistas en salas de redacción locales para informar sobre temas poco cubiertos.

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La periodista de The Associated Press Sara Cline contribuyó a este despacho desde Baton Rouge, Luisiana.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.