Un dictamen del Congreso y el Senado sobre la Cuenta General de 2022 publicado en el BOE este martes recoge reproches al Gobierno o la Intervención tras poner el ente fiscalizador la diana en la deuda de la Seguridad Social

En cada párrafo un reproche, en cada página un lamento. Todo, con la firma de la presidenta del Congreso, Francina Armengol (PSOE), y de su homólogo del Senado, Pedro Rollán (PP), en representación de un grupo de diputados y senadores aparentemente inquietos con el informe de fiscalización realizado por el Tribunal de Cuentas sobre la Cuenta General del Estado de 2022. Sus señorías “toman notas de las deficiencias señaladas”. Reconocen que “la rendición de cuentas de las entidades dependientes (...) no ha sido adecuada ni suficiente en los últimos años”. Reclaman medid

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