El gigante oriental, China , decidió que ya era hora de pisar más fuerte en el Pacífico. Y no lo hizo con un discurso, sino con acero. Se trata del buque Fujian, su portaaviones más ambicioso hasta ahora, una mole de 80.000 toneladas que se desliza sobre el mar.

Con capacidad para setenta aeronaves, desde cazas hasta aviones de alerta temprana, la nueva joya naval de Pekín es menos un barco que un mensaje. Es una forma de demostrar que están presente y que se proyecta en todos los lugares del mundo.

El buque de última generación que China suma para desafiar el poderío naval: el primero con catapultas electromagnéticas

A diferencia del Liaoning y el Shandong, sus hermanos mayores pero más modestos, el buque Fujian abandona el tradicional trampolín de salto de esquí y adopta

See Full Page