Cada año, desde 2020, 40 peregrinos de Huamantla, Tlaxcala, llegan a principios de diciembre a la Basílica de Guadalupe, impulsados por su fe, y con enormes cantidades de aserrín y pigmento, para elaborar un monumental tapete en el pasillo de la Plaza Mariana, para agradecer a la Virgen de Guadalupe todo lo que ha hecho por ellos a lo largo del año.

Apenas llegan a la Basílica, el grupo de 40 peregrinos tlaxcaltecas comienza a transformar el suelo que está dentro de la Plaza Mariana, en un lienzo sagrado monumental, que debe estar totalmente listo para días antes del 12 de diciembre, como ofrenda a la Virgen.

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Trabajando sin descanso para que la elaboración no se detenga, cuidan cada detalle, esparcen el aserr

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