Por quince años, Ricardo L. Franco ha llamado hogar a la ciudad de Malden. Tiene 61 años y, desde hace cinco, dedica gran parte de su tiempo a una labor silenciosa pero fundamental: Es Defensor Especial Designado por el Tribunal (CASA) a través de Boston CASA, la organización sin fines de lucro que entrena a voluntarios para acompañar y representar a niños en los condados de Suffolk y Middlesex que han sido removidos de sus hogares por abuso o negligencia.

Para él, su misión es clara: usar su experiencia cultural para apoyar a niños en situaciones vulnerables. No es casualidad que tres de sus cuatro casos como CASA hayan sido con familias latinoamericanas. Los datos muestran que los niños de color están sobrerrepresentados en el sistema de cuidado de crianza.

Nacido y criado en Colombia,

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