Miles de peregrinos llegan cada 12 de diciembre a la Basílica de Guadalupe para cumplir con su devoción. Familias completas, niños, abuelos y hasta mascotas emprenden largas caminatas para mostrar su fe.

Sin embargo, esta celebración también provoca problemas significativos para los habitantes del norte de la Ciudad de México, donde se concentra la multitud de fieles. Estos son algunos testimonios de los vecinos de la zona.

Caos vial y urgencias médicas: el alto costo de la movilidad para los vecinos de la Basílica

Mónica, vecina que tiene un pequeño negocio, comentó a Fuerza Informativa Azteca (FIA) que la llegada masiva de peregrinos afecta la movilidad porque “invaden los lugares que normalmente utilizamos” para estacionarse. La congestión obliga a los residentes a buscar soluciones

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