Cinco años de aumentos constantes han encarecido los alimentos en un 38%, y hoy hasta un desayuno básico —un sándwich de jamón, queso y huevo acompañado de un café con leche— cuesta casi un 30% más, evidencia del impacto persistente de la inflación en la mesa del consumidor puertorriqueño.

Según el estudio “Análisis Financiero y Resultados del Entorno Económico Local”, presentado por el CPA Eduardo González Green, de la firma Aquino de Córdova LLC, durante un evento de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), los precios de alimentos y bebidas a nivel nacional han aumentado un 2.2% en el último año. Sin embargo, el impacto real se aprecia al compararlos con el 2019, reflejando que la inflación acumulada en este renglón alcanza un 38%, según datos de la National

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