12-12-25.-El 2025 dejó claro que el sistema penitenciario venezolano no es una estructura en crisis, sino una herramienta diseñada para operar al margen de la legalidad, como el eje central de la represión estatal. Las cárceles, lejos de responder a principios de rehabilitación o resocialización, se consolidaron como espacios de castigo político, violencia institucional, persecución familiar y muerte bajo custodia.

Desde los cuerpos de inteligencia hasta los penales comunes, cada rincón del sistema mostró que su propósito no es garantizar justicia, sino quebrar, disciplinar y eliminar la disidencia. Este balance, que presentamos hoy en el 77° aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, evidencia cuán lejos está Venezuela de los principios esenciales de dignidad, justi

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