Si bien el Gobierno de Javier Milei decidió postergar la reforma tributaria para la segunda parte de las sesiones extraordinarias, incluyó en el proyecto laboral enviado al Congreso una propuesta que podría cambiar el escenario del mercado inmobiliario: la eliminación del impuesto cedular aplicado a la venta de inmuebles.

Hasta mediados de 2024 convivían dos sistemas: el Impuesto a la Transferencia de Inmuebles (ITI) —que se retenía en propiedades adquiridas antes del 1º de enero de 2018— y el impuesto cedular, que aplicaba una alícuota del 15% sobre la ganancia en la venta de inmuebles comprados después de esa fecha.

Con la Ley 27.743 el Gobierno eliminó el ITI, por lo que todas las propiedades adquiridas antes de 2018 quedaron sin impuesto al venderse, mientras que las posteriores sig

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