La huelga médica, facultativa y de residentes celebrada del 9 al 12 de diciembre en Castilla-La Mancha ha llegado este viernes a su fin sin un acuerdo entre las partes y con balances muy distintos sobre su impacto real. Mientras el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) sitúa el seguimiento en torno a un tercio de los profesionales , el Sindicato Médico de Castilla-La Mancha (CESM-CLM) eleva la participación hasta el 83 % y da por culminada una movilización que considera un “éxito” y un punto de inflexión para la profesión.

La última jornada ha vuelto a evidenciar el clima de confrontación entre la administración sanitaria regional y el sindicato convocante, tanto en la interpretación de los datos como en el relato sobre el proceso de negociación y el futuro inmediato

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