Diputados yucatecos sin formación conforman un Congreso sin capacidad: gastan más de 2 millones de pesos en asesorías para hacer el trabajo que ellos no saben hacer. Ningún diputado presume estudios de doctorado, otros no acreditan estudios profesionales sólidos.

La ciudadanía eligió a perfiles carismáticos, operativos o partidistas, pero no necesariamente preparados para manejar el aparato legislativo más importante del estado.

El resultado es un Poder Legislativo que legisla poco, administra mal, externaliza casi todo y ha renunciado a construir conocimiento dentro de sus propias áreas administrativas

Redacción/Sol Yucatán

La LXIV Legislatura del Congreso del Estado de Yucatán vive de las apariencias. Hacia afuera presume modernidad, profesionalización y discursos de renovación ins

See Full Page