El cierre de la Liga Casildense terminó envuelto en una escena de violencia que tuvo como protagonista al árbitro Andrés Merlos, quien dirigió la final en la que Belgrano de Arequito se consagró campeón tras vencer 2-1 a Unión Deportiva Los Molinos. El juez —que volvió a dirigir en el fútbol regional luego de quedar sin designaciones en la Liga Profesional— debió abandonar la cancha bajo fuerte tensión tras mostrar dos tarjetas rojas por lado.

Cuando el partido terminó, la celebración del campeón derivó rápidamente en disturbios: parte de los hinchas de Belgrano ingresaron al campo de juego y se cruzaron con jugadores del equipo derrotado. Ese choque desató la intervención policial, que respondió con balas de goma, bastonazos y gases para dispersar a los grupos enfrentados.

En medio del

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