En el 2000, las Brigadas de Vigilancia y Monitoreo Biológico Comunitario de la región Chocho-Mixteca y del Valle de Tehuacán encontraron una lagartija que pensaron era una Salamanquesa del Alto Balsas (Phyllodactylus bordai).
Sin embargo, cinco años después gracias a estudios genómicos, en combinación con datos morfológicos y climáticos, se llegó a la conclusión oficial de que los brigadistas de México habían descubierto una nueva especie de lagartija nocturna, mejor conocida como gecko.
A la nueva especie de lagartija nocturna se le bautizó como Salamandra del Valle de Tehuacán-Cuicatlán (Phyllodatylus ngiwa), la cuál es considerada como especie endémica de la región.
Según los expertos, los geckos son animales cruciales en los ecosistemas porque actúan como controladores naturales de

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