Sin tratar de competir con la abundante y variada gastronomía de Puebla y Oaxaca; desde tiempos ancestrales el pipián y mole, se encuentran presentes en la cocina victorense. Uno de los ingredientes indispensables para elaborar estos productos alimenticios, son las pepitas o semillas de calabaza. La presencia de este fruto que pertenece al género de las cucurbitáceas, se remonta a la época prehispánica y era parte de la dieta de los grupos indígenas del territorio que conformaba la Costa del Seno Mexicano.

Al paso de los años y gracias a los avances de las técnicas agrícolas mesoamericanas, se incorporó a la milpa de la cual son parte el maíz, frijol, calabaza y quelites. Desde entonces, estos productos son considerados parte fundamental de la dieta o menú de los mexicanos. Sin maíz no ha

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