No pudo recoger el premio personalmente, pero tanto su ausencia en la ceremonia como su abrupta llegada a Oslo dejaron aún más en evidencia al régimen despótico de Nicolás Maduro. Y demostraron el acierto en reconocer con el Nobel de la Paz a la persistente y sacrificada cruzada por la democracia de María Corina Machado.
Su aparición en el balcón del Grand Hotel, a las 3:20 de la madrugada, para saludar a los cientos de venezolanos que la aguardaban en la calle retando al frío, zanjó los días de secretismo, conjeturas e incertidumbre acerca de su paradero. Y su aterrizaje a medianoche tras una arriesgada odisea por tierra, mar y aire, desde su escondite caraqueño, con peluca y un disfraz – “sentí que había un riesgo real para mi vida” – hasta la capital noruega, fue otra prueba de su

Semana Política

Infobae Colombia
Semana
Diario del Cauca Política
LA PATRIA
Q'HUBO CALI
Raw Story