Los más de 2,5 millones de chilenos que votaron por Franco Parisi (19,7%) en la primera vuelta presidencial emergen como el factor decisivo en el balotaje de este domingo entre la progresista Jeannette Jara y el ultraderechista José Antonio Kast, hastiados de la política tradicional y ajenos al eje izquierda-derecha.

Parisi cerró campaña votando en blanco y calificó probable triunfo de Kast como «mala noticia», pero sus seguidores del Partido de la Gente (PDG) –irregular, voluble y sin disciplina partidista– no lo imitarán necesariamente, advierten expertos a EFE.

Representan clase media estancada, especialmente en regiones mineras del norte, que aspiraba a movilidad social post-dictadura de Pinochet (1973-1989) pero vio frustrada esa promesa. Rechazan extremos, defienden «sentido común»

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