La competencia tecnológica entre China y Estados Unidos entra en una nueva fase. Pekín está preparando un programa de apoyo financiero sin precedentes para su industria de semiconductores , con un monto que podría alcanzar los 70,000 millones de dólares . ¿El objetivo?, impulsar la producción nacional de chips de inteligencia artificial y reforzar la autosuficiencia en un sector estratégico que se ha convertido en el epicentro de la rivalidad global.
Según informa Bloomberg , el plan contempla subsidios y financiamiento directo para fabricantes locales , en un esfuerzo por acelerar el desarrollo de procesadores capaces de competir con los de Nvidia y otras firmas estadounidenses. Huawei y Cambricon figuran entre los candidatos más destacados para recibir apoyo, en un momento en que las restricciones de Washington han limitado el acceso de China a hardware avanzado.
Una inversión nunca antes vista en el sector chino de semiconductores
El paquete busca fortalecer la capacidad de producción nacional y garantizar que las empresas chinas puedan cubrir la creciente demanda de chips de IA, servidores y dispositivos de consumo . La intención es reducir la dependencia de importaciones y evitar que las sanciones estadounidenses frenen el desarrollo tecnológico del país.
Además, el incentivo se plantea como una estrategia de largo plazo: no solo se trata de fabricar más chips, sino de crear un ecosistema completo que abarque diseño, producción y aplicaciones industriales y militares .
La cifra de 70,000 millones de dólares convertiría este programa en la mayor inversión gubernamental en semiconductores de la historia , superando incluso al Big Fund III de China, que alcanzó los 47,000 millones , y acercándose al nivel del CHIPS Act de Estados Unidos , que destinó 52,000 millones para reforzar su propia industria.
La magnitud del plan refleja la importancia estratégica que Pekín concede a los semiconductores, considerados esenciales para la defensa , la inteligencia artificial y la competitividad económica global .
Trump aprueba ventas de Nvidia, China responde con incentivos nacionales
Entre tanto, la decisión de Donald Trump de permitir la venta de chips Nvidia H200 a China, bajo un impuesto del 25% , parecía abrir una ventana de cooperación. Sin embargo, Pekín ha optado por rechazar la dependencia de hardware estadounidense y reforzar su industria nacional con incentivos masivos.
Una inversión de esta magnitud podría transformar el panorama: empresas locales tendrían recursos para triplicar su producción , llenar el vacío dejado por Nvidia y ofrecer alternativas competitivas en el mercado internacional. Para compañías extranjeras que aún venden a China, el impacto sería doble: por un lado, perderían cuota de mercado ; por otro, enfrentarían una competencia más fuerte en regiones donde los chips chinos comiencen a expandirse.
Sin lugar a dudas, el movimiento confirma que China busca independencia tecnológica en un sector crítico. Más allá de la rivalidad con Estados Unidos, el incentivo representa un paso hacia un futuro en el que el país pueda sostener su crecimiento digital sin depender de proveedores externos .
Es así que, si este programa de incentivos consigue materializarse, sus efectos irán mucho más allá de las fronteras de China . No solo cambiará el equilibrio en la industria de semiconductores, sino que también redefinirá la dinámica de la competencia tecnológica global .

Xataka México
El Universal
Infobae México
El Diario de Sonora
Nmas
El Diario de Chihuahua
Raw Story