Durante los años más intensos del procés, Junts y Esquerra Republicana caminaron juntos. Compartieron hoja de ruta, objetivos y hasta una misma candidatura electoral, Junts pel Sí, que simbolizó la unidad estratégica del independentismo institucional. Aquella alianza, sin embargo, pertenece ya al pasado. Hoy, Junts y ERC no solo han emprendido caminos distintos, sino que se han convertido en adversarios políticos que se reprochan mutuamente su forma de hacer política, tanto en Cataluña como en Madrid.

La ruptura del Govern en otoño de 2022 marcó un punto de inflexión definitivo. Desde entonces, cualquier intento de recomponer la unidad independentista se ha estrellado contra una realidad mucho más compleja: estrategias divergentes, prioridades alejadas y una rivalidad cada vez más explíci

See Full Page