La devoción a la Virgen de Guadalupe se ha ido transmitiendo de generación en generación en Durango por lo que, cada año, el 12 de diciembre, cientos de personas de todas las edades acuden al Santuario para confiarle sus peticiones y esperanza.

Cargando una imagen de la Virgen de Guadalupe en su espalda, Marián fue avanzando de rodillas a través de un recorrido de dos horas, hasta llegar al atrio del Santuario, con la esperanza de que la Virgen se siga manifestando en su vida.

"Siempre he creído en la Virgen, en parte mis papás me lo inculcaron y también es parte mía. Todos los días son un milagro, este es mi segundo año realizando una manda, pero anteriormente también he participado en carreras. La Virgen de Guadalupe es muy milagrosa y siempre va a estar con nosotros, por experiencia p

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