LOS MOCHIS._ El robo de equipamiento urbano se ha convertido en un doble dolor de cabeza para la administración municipal: por un lado el riesgo latente de accidentes para la ciudadanía y, por otro, un severo quebranto a las arcas públicas.

La Japama enfrenta actualmente un déficit de 60 tapas de alcantarilla, cuya reposición representa un gasto oneroso y un desafío administrativo.

El Alcalde Antonio Menéndez del Llano Bermúdez detalló la gravedad financiera del asunto: cada pieza sustraída le cuesta al Ayuntamiento cerca de 6 mil pesos. Este monto, multiplicado por las decenas de faltantes, genera un desvío de recursos que bien podrían utilizarse en otras obras, pero que deben destinarse a cubrir el daño causado por el vandalismo.

Más allá del dinero, explicó que la reposición no es in

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