Entre ganas y emoción por ver a Papá Noel en persona, los niños asisten a la ya tradición vallisoletana que llena de alegría las calles del centro de la ciudad. Como cada año, la Cabalgaza toma las calles de la ciudad del Pisuerga con el paseo de Filipinos como punto de partida, las luces y colores se convirtieron en los protagonistas de una de las citas familiares más esperadas del año. Pero la presencia del rey del Polo Norte, acomodado en su gran carroza, no conquistó solo a los pequeños de la casa , que ya esperan con ansias a la mañana del 25 de diciembre para descubrir si Rudolph y el resto de renos han cumplido con sus deseos de este año, sino también a los mayores, que se dejaron conquistar por la magia del ambiente navideño que envolvió todo el multitudinario recorrido.

Aco

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