Despertarse con mal aliento es una experiencia común que muchas personas asumen como inevitable. Sin embargo, la ciencia explica que este fenómeno tiene una causa concreta. Durante el sueño disminuye la producción de saliva, un elemento clave para limpiar la boca de manera natural. Al reducirse el flujo salival, las bacterias se acumulan en la lengua, los dientes y las encías, y liberan compuestos sulfurados responsables del olor característico de la mañana.

Según explicó la bióloga colombiana Valentina Vallejo, la buena noticia es que el mal aliento matutino no es una condena, sino una consecuencia que puede reducirse con hábitos simples incorporados a la rutina diaria, especialmente antes de dormir. No se trata de soluciones milagrosas, sino de medidas preventivas que, con con

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