Buenos Aires, 13 diciembre (NA) – Ernesto Raúl Acher Abulafia fue la perfecta síntesis del humor inteligente y la excelencia musical.

Según supo la Agencia Noticias Argentinas , su vida se movió entre dos mundos que supo fusionar con maestría: la seriedad académica y la irreverencia escénica.

De la UBA al Astengo

Antes de sumarse a los escenarios, Acher forjó una carrera sólida: se recibió de arquitecto en la UBA en 1965, donde también ejerció como docente. Paralelamente, su amor por la música era innegable, con estudios de piano y clarinete y una fuerte incursión en el jazz durante su adolescencia.

Este expertise musical fue su pasaporte a la historia del espectáculo. En abril de 1971, ingresó a Les Luthiers inicialmente como sustituto de Marcos Mundstock. Pronto, su t

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