La movilidad en la ciudad de Bogotá continúa enfrentando serias dificultades, no solo por la congestión diaria, sino por los malos hábitos de conducción que se han normalizado entre conductores de vehículos particulares, motociclistas y hasta ciclistas. Estas prácticas irresponsables se han convertido en uno de los principales factores de accidentes de tránsito y de deterioro en la convivencia vial.

Uno de los comportamientos más recurrentes es el exceso de velocidad, especialmente en horas de baja circulación, como la noche y la madrugada. A esto se suma el irrespeto por los semáforos y las señales de tránsito, una conducta frecuente en cruces concurridos donde muchos conductores priorizan llegar más rápido sobre la seguridad colectiva. El uso del teléfono celular mientras se conduce tam

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