La aventura de los deltanos en Trinidad y Tobago, está costando un precio muy elevado, la estamos pagando con mucha sangre, con tinta sangre del corazón.

Nunca más certera la apreciación, a Owell Lester González lo mataron con una puñalada a la altura de la máquina, del aparato cardiovascular que al detenerse, decreta de inmediato nuestra muerte.

Con apenas 27 años, de naturaleza pacífica y estirpe trabajadora, partió del seno consanguíneo, un entorno familiar considerado ejemplar, para probar suerte en la nación caribeña.

Lo más doloroso, en grado extremo diríase, es que todo apunta a que fue asesinado por un venezolano. El hecho ocurrió en las cercanías de Princess Town, sin conocer de momento mayores detalles.

No hubo tiempo para primeros auxilios abandonando este mundo en cuestión

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