A veces basta un detalle curioso en la calle para despertar una pregunta: ¿por qué algunos coches tienen bolsas de plástico cubriendo los retrovisores? Aunque pueda parecer algo sin sentido a primera vista, lo cierto es que hay razones prácticas detrás de esta imagen, que van desde la protección contra el clima hasta algo tan inesperado como defender el coche de los ataques de ciertos pájaros.
Uno de los motivos más habituales, especialmente en zonas de frío, es proteger los retrovisores del hielo. Al cubrirlos con bolsas, se evita que el agua se congele sobre el cristal y que el mecanismo de plegado quede bloqueado por las bajas temperaturas. Es una medida preventiva sencilla y eficaz que muchos conductores adoptan en inviernos extremos.
También hay quien utiliza las bolsas para pro