La comunidad internacional exige justicia y advierte sobre los riesgos para la democracia en América Latina

El atentado a tiros que dejó en estado crítico al senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay ha generado una oleada de repudio desde distintos rincones del mundo. El político fue atacado a la salida de un acto con simpatizantes en la localidad de Fontibón, en Bogotá, y permanece hospitalizado tras recibir dos disparos, uno de ellos en el cráneo.

Desde presidentes latinoamericanos hasta congresistas estadounidenses y organismos internacionales, las reacciones han coincidido en un punto: este acto violento representa una amenaza directa a la democracia y no puede quedar impune.

“En una democracia, la violencia no tiene cabida ni justificación”, afirmó el pres

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