Luis Baeza conocía el valor de los medios de comunicación y apelaba a ellos cuando lo necesitaba.

Mas si se trataba de un ser querido. Para él, hacer justicia era una razón de ser y de vivir.

Su hermana Fátima fue aprehendida sin documentación en un procedimiento policial en la vecina nación. Atravesó entonces por un periodo retenida, hasta que logró la libertad.

A la distancia “el warao de la soca”, en solitario, alzaba la voz exigiendo a las autoridades caribeñas celeridad procesal.

Carente de miedo, con vehemencia, firme y decidido, daba golpes de aliento al micrófono en espera de ser escuchado.

Si el clamor llegó o no al sistema penal de T&T, jamás lo sabremos, lo cierto es que fuimos testigos de su lucha cuando ni siquiera las autoridades consulares venezolanas actuaban.

Asesina

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