Ningún humano nace sabiendo criar, pero de alguna forma todos estamos preparados para aprender a hacerlo
Nos encontramos en el Parque Nacional de Amboseli (Kenia), en la década de 1980. Hace calor, y una cría de elefante parece demasiado débil para incorporarse. Han pasado ya cuatro horas desde su nacimiento y aún no ha probado ni una gota de leche. Junto a ella, hay tres hembras desesperadas : su madre, Tallulah, una primeriza de 17 años; Tara, una adolescente de su grupo familiar; y Cynthia Moss, una científica estadounidense que observa la escena desde su coche.
“Quería desesperadamente hacer algo, pero sabía que no debía interferir”, escribe Moss en Memorias de elefante . Llevaba rato contemplando la torpeza de Tallulah, que se mostraba totalmente desconcertada. La cría ni