Los ataques en Colombia, Gaza o Ucrania tienen en común su ensañamiento contra civiles inermes. Son acciones aleatorias, sorpresivas, sistemáticas y devastadoras, ausentes de coraje y honor
Las ondas expansivas más peligrosas que han dejado l os criminales y despreciables atentados terroristas este jueves en Cali, frente a la base aérea Marco Fidel Suárez, son el miedo y el odio que recorren toda la sociedad. Esas ondas nos pueden llevar a sobrepasar todos los límites imaginables. Los cilindros que explotaron han difuminado sus esquirlas de odio y sufrimiento en las mentes y corazones de millones de colombianos. Tanto esas ondas ubicuas presentes en toda la geografía de nuestra nación, junto al dolor por los 13 militares que perdieron sus vidas en Amalfi , nos pueden arrastrar incluso