Giras la esquina del casco viejo y aparece ella, con agujas que parecen dibujadas con grafito sobre el cielo, arcos que se estiran como si persiguieran la luz, una presencia que pide silencio antes de la foto. No tiene rango de catedral, pero la iglesia de San Juan Bautista se ganó el mote a pulso: monumental, magnética y con un carisma que no cabe en la etiqueta de “parroquia”.
De ermita a manifiesto de piedra
El relato comienza en el siglo XV con una ermita para el patrón local. El crecimiento de Arucas, en Gran Canaria, trajo en el XVII una iglesia renacentista de tres naves , y el impulso definitivo llegó en 1909 : la villa decidió levantar un templo nuevo, más alto, más ambicioso. Bajo la batuta del arquitecto Manuel Vega , las obras se prolongaron casi siete décadas