Katy Perry vuelve a estar en el ojo del huracán, esta vez no por su música ni por su vida personal, sino por un litigio en torno a una lujosa mansión en Montecito, en California, valorada en 15 millones de dólares. La artista adquirió la propiedad en 2020, pero el anterior propietario, Carl Westcott, de 85 años y con una enfermedad cerebral incurable, trató de anular la venta alegando que había firmado bajo los efectos de medicamentos. Tras casi cuatro años de pleitos, los tribunales dieron la razón a Perry y a su expareja, el actor Orlando Bloom, que finalmente se quedaron con la casa.
Lejos de dar por cerrado el conflicto, la cantante ha demandado ahora a Westcott por daños y perjuicios y por los ingresos que, según ella, dejó de percibir al no poder alquilar la propiedad durante la d