El “Caso Pelicot” estremeció a Francia y al mundo entero. Dominique Pelicot , un hombre de la localidad de Mazan, durante años drogó a su propia esposa, Gisele , para que decenas de hombres la violaran mientras él lo grababa.
Pese a las atrocidades y durante el proceso judicial, Gisele consiguió que “la vergüenza cambiara de bando” y se convirtió en un icono de lucha y resistencia.
Sin embargo, y recientemente, su hija, Caroline Darian , acusó a su madre de haberla “abandonado” tras negarse “ a creer que ella también fue víctima de su padre y que pudo ser violada “.
“Nunca podré perdonarla, nunca (…) ¿Sabes lo que mi madre me dijo varias veces en el patio durante el juicio? ‘Deja de hacer el ridículo (…)’ Mi madre me soltó la mano en esa sala. Me abandonó “, dijo en entrevista