Decía Sergio Scariolo en los prolegómeno del partido-trampa ante Bosnia que su joven selección había pagado su “componente de ternura” en el debut desastroso en el Eurobasket ante Georgia (83-69) . Que de manera natural “poco a poco iría creciendo en madurez y experiencia”. El poco a poco fue de golpe. Porque España, la campeona de Europa, se sacudió los complejos de inmadurez con carácter y un festival de triples (15 de 38, un 39%) para salvar el primer match-ball .
La selección mejoró notablemente sus sensaciones y sus prestaciones en todo (actitud, rebote, tiros libres, y sobre todo en los triples) y este domingo puede rematar la clasificación para octavos de final si gana a la modesta Chipre. El +21 a los bosnios (88-67) también ayuda en caso de empates al final de los partidos de