Jaume Munar tuvo uno de los días más felices de su vida. Desde 2019 no había conseguido superar la primera ronda del Slam neoyorquino. Por primera vez en su carrera, el sábado se metía en los primeros octavos de un Grand Slam, derrotando a Zizou Bergs por 6-1, 6-4 y 6-4. “Sabía que era una gran oportunidad y estaba preparado para ella”, dijo el mallorquín, que esperaba enfrentarse a un cabeza de serie. Bergs había pasado a tercera ronda cuando su rival de segunda, Jack Draper, quinto favorito del torneo, se retiró por lesión.

Para Munar, que sube al puesto 37 de la clasificación ATP, llegar a la segunda semana de un grande es la recompensa a toda una vida de trabajo. “Más que la euforia del momento, lo que recuerdo es todo lo que he pasado para llegar hasta aquí”, explicaba, añadiendo que

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