Raúl Ibarrola, con 36 años de trayectoria, relató la evolución y las dificultades estructurales para desarrollar la actividad en una zona con enorme capacidad. La falta de políticas claras y financiamiento complican el crecimiento sostenido.

En el Valle de Andorra, la producción frutihortícola es una actividad que carga con una historia de esfuerzo y desafíos persistentes. Raúl Ibarrola, un productor afincado en la zona desde 1990, se ha convertido en un referente de este sector, con especialización en el cultivo de verduras de hoja. Su relato, expuesto en FM Master’s, describió un panorama de potencial desaprovechado y una lucha contra obstáculos burocráticos y económicos.

Ibarrola llegó a Tierra del Fuego proveniente de Chaco, atraído por la notificación que declaraba a Andorra como zo

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