Once días después de un intento de magnicidio contra Donald Trump el año pasado, el entonces director del FBI, Christopher Wray, testificó ante legisladores ansiosos por obtener información.
No obstante, fue cauteloso. Sí, el atacante tenía como objetivo a Trump, pero Wray no iba a sentarse allí a especular ni a sacar conclusiones sobre su motivo.
Un congresista le preguntó a Wray: “¿Usted y su equipo conocen el motivo del atacante o tienen alguna idea de qué pudo haberlo impulsado?”
Wray respondió: “Bueno, ‘conocer’ y ‘tener alguna idea’ son dos cosas muy diferentes”.
Cuando un republicano le preguntó si la retórica de los demócratas jugó algún papel, Wray respondió con recelo: “Con todo respeto, no creo que sea apropiado para mí, como director del FBI, caracterizar o hacer comentario